El cuerpo humano esta morfológicamente diseñado para el movimiento y eso es lo que hemos estado haciendo durante la mayor parte de nuestra historia, excepto en las últimas décadas en las que nuestros trabajos consisten mayoritariamente en estar sentados frente a una pantalla y ello sin duda ha tenido consecuencias negativas para nuestra salud. Así es, el sedentarismo se encuentra como uno de los factores de riesgo relacionado con la mayor parte de las enfermedades que asolan a nuestras sociedades del llamado primer mundo y podrían prevenirse mediante ciertos cambios, especialmente en nuestra alimentación y en nuestros hábitos de vida, como la práctica de ejercicio físico con regularidad. El movimiento es vida dice la máxima, y en verdad así es. Todos los procesos biológicos en el planeta y en el universo implican movimiento y tal como dice un viejo refrán relacionado con la Medicina China, “Agua que corre no se corrompe”. Al ejercitarnos no tan solo mantenemos el tono muscular tan necesario para el soporte de nuestro esqueleto sino que además ayudamos al corazón en su trabajo de impulsar la sangre a través del sistema vascular y sin movimiento, el corazón se ve obligado a trabajar forzado, algo que no le conviene. Pero además mediante el ejercicio físico también contribuye a la eliminación de toxinas, que mayoritariamente ingerimos con la “alimentación moderna”. Pero además, también contribuimos a regular nuestros niveles de azúcar y grasas en la sangre, nuestra presión arterial, y por si fuera poco, al hacer ejercicio físico nuestro cerebro secreta ciertas sustancias que favorecen el bienestar emocional y facilitan la conciliación del sueño. Si somos conscientes de lo beneficioso que es para la salud física, mental y emocional ejercitarnos, nos ayudara a iniciar o a mantener ese saludable habito aun durante el confinamiento, pues aun con el espacio limitado en nuestras viviendas siempre existen alternativas que pueden ser practicadas tales como el Qi Gong o el Yoga, que requieren de muy poco espacio y además conllevan beneficios adicionales de los que hablare en otro post. Vicenç Fuster Font. Naturópata – Acupuntor. Experto en Medicina Tradicional China. Profesor de Dietoterapia Naturista y Energética.