La quercetina es un pigmento que pertenece a los bioflavonoides, concretamente a un flavonol.
Está presente en una gran variedad de vegetales de nuestra alimentación, sobre todo en:
- Cebollas (moradas o rojas)
- Manzanas
- Alcaparras
- Kale, brócoli
- Bayas
- Fibra de algarrobo
- Hierbas como el eneldo, cilandro o té.
Funciones:
- Poderoso antioxidante, combate los radicales libres. Previene de envejecimiento celular y protege los tejidos frente al daño oxidativo.
- Potente antiinflamatorio natural, actúa inhibiendo las prostaglandinas PG2 causantes del proceso inflamatorio.
- En las alergias, elimina los síntomas ya que inhibe la producción de histamina, de hecho se considera una sustancia de gran ayuda como antialérgica natural. También se le atribuyen efectos inmunoestimulantes, participa en reacciones de defensa frente a microorganismos.
- Aumenta la resistencia de los capilares y disminuye la inflamación de los vasos sanguíneos, con lo que resulta de gran importancia para el cuidado cardiovascular.
- Alivia el dolor, actúa como analgésico, al tiempo que refuerza el tejido conjuntivo y mejora la recuperación tras el esfuerzo físico. Muy indicada en deportistas.
Terapéutica:
- Si bien la quercetina está en los alimentos, para cubrir estás funciones su administración será en forma de suplemento, que nos aporte un extra de quercetina aislada.
- Generalmente la dosis de rango terapéutico oscila entre 250 mg a 1 gramo al día, repartidos al cabo del día y fuera de comidas. Puede estar junto a la vitamina C (la quercetina potencia el efecto de esta vitamina) o junto otros nutrientes.