Uno de los nutrientes más importantes para nuestra piel y su protección sobre los efectos nocivos de los rayos del sol son los carotenos.
Los carotenos son la “vitamina A vegetal”, en realizada son una provitamina A (precursores de la vitamina A) que deberá ser transformada en nuestro organismo en vitamina A. El más activo es el betacaroteno, formado por 2 cadenas de axeroftol que tienen doble actividad vitamínica. Y su denominación proviene de la zanahoria (Daucus carota) que es rica en caroteno.
Los carotenos tienen una gran acción antioxidante e imprescindible para la renovación de piel por su implicación en la síntesis de colágeno, ayudando a mantenerla hidratada y sana.
Las hortalizas y frutas de color anaranjado son las más ricas en esta sustancia (zanahorias, calabaza, mango, melocotón, albaricoque, nísperos, papaya, etc.), también se encuentran en ciertos alimentos rojizos (pimientos rojos, tomate, sandía) y de color amarillo como por ejemplo el melón “amarillo”.
Además, el pimiento rojo es un alimento con mucha cantidad en vitamina C, implicada también en la formación de colágeno y de poderosa acción antioxidante (mirar en anterior post). Y el licopeno de la sandía o el tomate, el ácido elágico de la granada o las antocianinas de los frutos rojos son potentes antioxidantes que no deben faltar estos días en nuestras comidas o tentempiés.