El sistema inmunitario es uno de los sistemas más importantes y complejos del cuerpo humano.
Nos damos cuenta de la importancia de mejorar nuestro sistema inmunitario cuando: nos resfriamos más de tres veces al año; o bien nos cuesta vencer una infección en invierno (resfriado, gripe, anginas u otros); o tal vez solemos tomar como mínimo una tanda de antibióticos al año.
La capacidad de una buena respuesta de nuestras defensas, es la que marca la diferencia entre tener una reacción rápida para reaccionar con rapidez ante una nueva invasión (proceso infeccioso) y que puede marcar también la diferencia entre procesos de alergias, afecciones autoinmunes e inmunodeficiencias (como por ej. cáncer).
Y ¿cómo podemos potenciar nuestro sistema inmunitario? El ejercicio, el estado de ánimo y la alimentación ejercen, en estos casos un papel fundamental.
- El ejercicio extenuante en realidad debilita el sistema inmunitario, mientras que el ejercicio regular y los ejercicios como el yoga o el taichi pueden estimularlo.
- La tensión y el sufrimiento también afectan al sistema inmunitario, por consiguiente, será importante abordar los posibles conflictos psicoemocionales y relajarse con regularidad. Se ha demostrado que la meditación, por ejemplo, aumenta el nivel de células inmunes.
- La fortaleza de nuestra inmunidad depende totalmente de una ingesta óptima de vitaminas y minerales. La deficiencia de vitaminas A, B1, B2, B6, B9, B12, C y E inhibe la inmunidad, lo mismo que ocurre con la insuficiencia en hierro, zinc, magnesio y selenio. Teniendo en cuenta que ningún nutriente trabaja de forma aislada, es interesante tomar un buen suplemento multivitamínico y de minerales. Los estudios científicos demuestran que la combinación de nutrientes aunque sea a un nivel modesto potencia la inmunidad de forma efectiva.