Durante esta época de año, es muy interesante el poder realizar una depuración hepática, aprovechando que el órgano que rige esta estación es el hígado.
El hígado, además de ser uno de los órganos más grandes del cuerpo, está relacionado con su función incesante de “laboratorio” del organismo y es que se encarga de numerosas actividades, destacando su labor fundamental en la digestión, metabolismo de macronutrientes (hidratos de carbono, lípidos y proteínas), almacenamiento de nutrientes (vitaminas y minerales) y detoxificación de fármacos, tóxicos y residuos (procedentes de una alimentación con consumo de aditivos, pesticidas, etc; o bien por el consumo de alcohol u otras sustancias como las drogas).
La desintoxicación hepática a través de los alimentos, la suplementación y las plantas es una práctica habitual del criterio naturista, que permite la eliminación de toxinas acumuladas (algunas personas más y otras menos, dependiendo del estilo de vida, hábitos, alimentación…), al igual que alcalinizar y renovar nuestro organismo, mejorando a la vez nuestra energía vital y estado psicoemocional.
Por ello, dentro de algunas recomendaciones destacamos el aporte de fuentes de nutrientes implicados en la regulación de la función hepática como son: vitamina C, aminoácidos azufrados, omega 3, complejo B, magnesio, selenio y zinc. Acompañado de unas medidas básicas alimentaria como:
- Aumentar el consumo de verduras y hortalizas frescas, de temporada, de proximidad y biológicas.
- Reducir el consumo de grasas saturadas.
- Eliminar los refinados y sustituir por fuentes integrales.
- Adecuar las fuentes de proteína, evitando la dieta hiperproteica de origen animal y optando por el consumo de proteína vegetal.
- La eliminación completa del alcohol y las fuentes de xantinas (café, té, mate, etc.). Sustituirlo por plantas como el cardo mariano, alcachofera, boldo, diente de león, etc.