Vitaminas: Son unas sustancias químicas, orgánicas y necesarias para el mantenimiento de las funciones de nuestro cuerpo y el mantenimiento de la vida; la mayoría actúa bajo la forma de coenzima. Una coenzima es una molécula que permite o condiciona la actividad de una enzima determinada, y las enzimas son las que permiten que las reacciones bioquímicas de nuestro organismo tengan lugar. Las vitaminas son sustancias esenciales, es decir, no podemos sintetizarlas (fabricarlas) por tanto, deben aportarse mediante la alimentación (o, en su defecto, por suplementación) y su carencia llevará a trastornos orgánicos más o menos graves (según si el déficit es crónico o agudo). Las vitaminas se dividen en liposolubles (A, D, E y K) e hidrosolubles (grupo B y vitamina C).
Pseudovitaminas: Son un subgrupo dentro de las vitaminas que igualmente son sustancias químicas, orgánicas y necesarias para el correcto funcionamiento del organismo. La diferencia está en que son semi-esenciales, es decir, nuestro organismo, en condiciones normales, las sintetiza o bien:
- En cantidad suficiente para la mayoría de las personas (vitamina B8, vitamina K y vitamina D), pero que en determinados casos serán completamente esenciales.
- O bien, se sintetizan en cantidad insuficiente: vitamina B3 y colina.
Vitaminoides: Son sustancias análogas (parecidas) a las vitaminas, es decir sustancias químicas y orgánicas, que realizan acciones beneficiosas en nuestro cuerpo pero que no son esenciales ni imprescindibles, con lo que su carencia no lleva a ningún trastorno orgánico aunque se recomiendan por sus importantes funciones terapéuticas, como por ejemplo los bioflavonoides.