La geoterapia es la utilización de diferentes tierras medicinales, como la arcilla.
La arcilla es uno de los remedios más antiguos que los seres humanos hemos tenido a nuestra disposición. Es una sustancia natural dotada de extraordinarias propiedades curativas, extendiéndose cada vez más tanto a nivel terapéutico como estético.
La arcilla puede ser utilizada vía interna y también para aplicaciones externas. En ambos casos su aplicación siempre será cuando la arcilla este previamente hidratada.
Existen diferentes tipos de arcillas para fines terapéuticos, que se diferencian por sus colores (blanca, verde, roja, negra, rosa, amarilla) debido a su composición química, a la antigüedad de la misma y a la localización de sus yacimientos. A continuación se detallan los tres tipos de arcillas más utilizadas para fines curativos.
- La arcilla blanca conocida también como caolín, es la usada mayoritariamente para cosmética aunque al ser la más fina de todas es la que está indicada para uso interno.
• Al ser rica en oligoelementos ejerce un efecto remineralizante y nutritivo, tomar en ayunas una cucharadita de café de arcilla disuelta en un vaso de agua basta para mantener unas cantidades necesarias de minerales en nuestro organismo.
• Actúa regulando el tránsito intestinal, combatiendo las fermentaciones e intoxicaciones intestinales, al igual que es excelente para combatir virus y bacterias del tracto digestivo. Es antiinflamatoria, regula el pH gastrointestinal y es cicatrizante (ulceras).
• Vía externa también actúa eficazmente en inflamaciones locales como por ejemplo en gingivitis e irritaciones cutáneas.
- La arcilla verde tiene un gran poder desintoxicante a nivel de impurezas y estancamiento de fluidos. Según estas propiedades la usaremos en acné, forúnculo, etc. También se utiliza en casos de agujetas, inflamaciones articulares por exceso de líquido sinovial, golpes y hematomas, celulitis, edemas en tobillos, etc.
- La arcilla roja es la más rica en óxido de hierro. Se aplica donde hay calor o inflamación con temperatura y fiebre, al igual que favorece la microcirculación sanguínea. Según estas propiedades la usaremos por ejemplo en reumatismos, dolencias como ciática, tortícolis, migrañas, problemas circulatorios, etc.