La árnica (Arnica montana) es una planta medicinal originaria de las regiones montañosas de Europa central y meridional (Pirineos, norte de Portugal e Italia, Croacia y Moldavia). Esta planta curiosamente no fue mencionada en la antigüedad y los primeros escritos que se encuentran en son del siglo XVI. Las ilustraciones más antigua conocidas de la planta se encuentran en el tratado de botánica de Matthiolus (1558), donde se describía con el nombre de alisma.
Los principales principios activos presentes en la árnica incluyen sesquiterpenoides lactonas, flavonoides, aceites esenciales y compuestos fenólicos. Estos componentes son los responsables de sus propiedades terapéuticas.
Entre las propiedades y beneficios actúa como:
1.Antiinflamatoria: Ayuda a reducir la inflamación y la hinchazón.
2.Analgésica: Se utiliza tradicionalmente para aliviar el dolor muscular y articular, así como el dolor causado por contusiones y esguinces.
3.Antiedematosa: Ayuda a reducir la acumulación de líquido en los tejidos, siendo útil en el tratamiento de edemas.
4.Cicatrizante: Ayuda a acelerar la cicatrización de heridas y contusiones menores.
5.Antimicrobiana: Algunos estudios sugieren que la Arnica Montana puede tener propiedades antimicrobianas, lo que la hace útil en el tratamiento de infecciones menores de la piel.
En cuanto a los usos de la árnica, se utiliza de forma tópica (externa) en forma de crema, ungüento, gel o aceite. Estos productos se aplican en la piel sobre áreas afectadas por golpes, torceduras, contusiones o inflamaciones. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no debe aplicarse en heridas abiertas o piel irritada. Además, algunas personas pueden ser alérgicas a esta planta, por lo que es importante realizar una prueba de sensibilidad antes de su uso.
En relación a su uso oral no está recomendado en su forma ponderal, dado que pequeñas cantidades pueden generar efectos secundarios y tóxicos. Es por ello que la árnica se encuentra entre las plantas que influenciaron a Hahnemann, fundador de la homeopatía. Por ello vía oral la Arnica Montana se puede tomar en homeopatía, utilizándose en distintas preparaciones diluidas y dinamizadas para aprovechar sus beneficios terapéuticos.