Hoy me gustaría dedicar este post, a nuestras amadas abejas y toda la importancia que ejercen en nuestro planeta.
Con la llegada de la primavera, donde los días progresivamente van alcanzando más horas de luz solar, empieza a disminuir el frío subiendo las temperaturas y junto con el crecimiento de las plantas, empieza también la cría de nuevas abejas, la creación de nuevas colmenas y la polinización de las flores.
Y si de la faz de la Tierra desaparecieran las abejas, con ellas se extinguiría la mitad de las especies de plantas y un 75 por ciento de los productos que consumimos las personas, incluida la carne, puesto que los animales también se alimentan de productos polinizados.
Las abejas nos ofrecen además distintos tipos de productos de la colmena como son: la Cera, la Miel, el Polen, la Jalea Real, el Propóleo, el Apilarnil, el Pan de Abejas y el Veneno (o Apitoxina).
Todos estos productos apícolas tienen beneficios para nuestra salud, algunos de ellos más como complemento nutricional y otros además como remedios naturales con actividad terapéutica. De hecho el área que se ocupa de la aplicación de los productos apícolas como remedios terapéuticos se denomina Apiterapia (del latín Apis “Abeja”).
Con lo que, las abejas podemos considerarlas como los insectos más útiles para el ser humano. Y es en este momento, principios de la primavera, que empiezan a salir de su retiro invernal e inician una intensa actividad que durará todo el verano.