Ya han pasado 33 días confinadas en casa por la situación #frenalacurva del COVID-19, días que pasan muy rápidos, a la vez que con ganas de poder ir a nuestros lugares secretos de nuestra amada naturaleza, donde nos sentamos mi hija Ada y yo a meditar y respirar.0
Dentro de las terapias naturales y en este caso en naturopatía, en la materia de estímulos naturales, se incluye la respiración, y distintas técnicas para respirar, como herramienta también terapéutica. Por ello esta publicación la dedico a la importancia de la respiración.
Respirar es una de las funciones principales de los seres humanos, tanto desde el punto de vista fisiológico como psicoemocional y espiritual. Todas nuestras funciones corporales requieren de nuestra respiración, a la vez que respirar adecuadamente es muy importante para tener armonía entre nuestro cuerpo y estado pscicoemocional. De hecho técnicas como el yoga, tai chi, chi kung, aikido, etc., trabajan con el movimiento y la respiración para buscar la armonía entre el cuerpo, el estado psicoemocional e incluso la conexión espiritual.
En la Naturaleza podemos observar la forma correcta de respirar, por ejemplo en los recién nacidos, que aún no han empezado a estresarse, o en los animales en reposo. En ambos casos, la respiración implica un ligero movimiento del abdomen: cuando los pulmones se llenan totalmente de aire, el diafragma se desplaza hacia abajo y mueve el estómago; llevando a cabo la respiración diafragmática.
La respiración es el medio vital de comunicación más importante que disponemos. Al inspirar tomamos de aquello que nos rodea, y al espirar, devolvemos lo que hay dentro de nosotros. La respiración, por tanto, establece la conexión entre nosotros y nuestro entorno. Respirar es dar y tomar; es un intercambio entre el interior y el exterior.
Victoria del Pozo. Naturópata y homeópata.
APTN-Cofenat 3600.
“La vida es aspirar, respirar y expirar”, Salvador Dalí.