Varios tipos de hongos son los responsables de la infección fúngica en las uñas (onicomicosis), que afectan a uñas dañadas o expuestas de forma continua a la humedad. Los hongos en uñas y pies, pueden producirse por diversas causas, la más común el llevar calzado cerrado durante muchas horas (expuesto al calor y sudor) o bien el uso de baños públicos como el de las piscinas o gimnasios. A continuación recomendamos dos remedios que pueden hacerse a la vez para mantener libres de hongos los pies de las manos y pies, luciendo unas uñas saludables.
Sal marina: El agua de mar es uno de los mejores antisépticos que nos ofrece la madre tierra. Lo ideal y siendo ahora verano sería poder pasear a diario por la orilla del mar (a parte de las otros beneficios que nos da el mar, talasoterapia), aprovechando también la acción de las olas y reactivación de la circulación para favorecer la eliminación de hongos y uñas de los pies dañadas. A falta de playa, en un recipiente con agua que nos permita poner los pies, pondremos 4 cucharadas soperas de sal marina y dejaremos reposar los pies durante 10 minutos. Luego secar bien los pies o manos, y si se puede que se seque con la luz del sol.
Aceite esencial del árbol del té (Melaleuca Alternifolia): Los aborígenes australianos utilizan este aceite desde hace miles de años y sus usos terapéuticos son muchos. En el caso de onicomicosis, resulta tener un gran efecto fungicida, por ello se recomienda la aplicación directa del aceite esencial en las uñas afectadas, una vez estén limpias y secadas, dos o tres veces al día.