Con la llegada del verano y las altas temperaturas se acentúan los síntomas de insuficiencia venosa, principalmente las varices. Por ello, comparto las siguientes recomendaciones que se pueden aplicar de forma sencilla y que contribuyen a disminuir las molestias y retrasar la aparición de nuevas varices.
- Evitar estar mucho tiempo de pie y estático o sentado (sobre todo con las piernas cruzadas). Procurar caminar o moverse un poco a lo largo del día o efectuar movimientos circulares con los pies. Se recomienda descansar las piernas en una posición elevada con frecuencia y al acabar el día, poner las piernas en posición estirada y un poco levantadas.
- Estímulos naturales:
· Coger arcilla roja o verde fría y extender una capa bastante diluida sobre toda la pierna, realizando siempre un masaje ascendente desde los pies hasta los glúteos (para ayudar a la estimulación de la circulación de retorno). Se dejará el emplaste hasta que se seque o caliente la arcilla. Esta aplicación, en épocas de dolor, se realizará a diario, juntamente con baños de pies con agua arcillosa fría, durante 5 minutos, antes de acostarse.
· Realizar en la ducha ejercicios de la “marcha del soldado”, junto con chorros de agua fría.
· Masajear las piernas de forma ascendente con aromaterapia terapéutica. Dentro de los aceites esenciales destacados está el ciprés, menta, cedro y romero, que se pueden mezclar con un gel fresco (puesto en la nevera) o bien con una base oleosa o loción neutra. No utilizar en caso de embarazo o lactancia.
- La actividad física está totalmente indicada, salvo para los casos con complicaciones y riesgo tromboflebítico, que requerirán de medidas especiales. De todos modos, los ejercicios más importantes serán aquellos dirigidos al movimiento continuado de las extremidades inferiores (pedalear, nadar, bailar…), así como los que favorezcan el retorno (elevación de las piernas, ciertas posturas de yoga, ...).